3 juegos, un montón de ideas y un equipo más unido que nunca
En Odders tenemos claro que las ideas geniales no salen de trabajar cada uno por su cuenta en una cueva. Por eso nos lanzamos a montar nuestro primer Demo Day, un día interno para que todo el equipo se pusiera las pilas, probara cosas, diera su opinión y, de paso, se echara unas risas. ¿El resultado? Tres proyectos en marcha, un buen puñado de feedback y un ambiente que nos dejó con ganas de más.
☕ Cómo arrancamos: café, risas y a jugar
El día empezó como tiene que empezar cualquier cosa buena: con café en mano y una dinámica para romper el hielo. Nada de presentaciones aburridas, aquí vinimos a pasarlo bien y a despertar la chispa creativa. Luego nos sentamos un rato a escuchar de qué iba la cosa: los equipos detrás de los proyectos nos contaron qué estaban tramando.
- Bull Hit: un juego multijugador de mundo abierto con escenarios que puedes montar como si fueran piezas de Lego.
- Demo 2: una demo más visual, para ver si los escenarios y las vibes cuajan.
- Prototipo : una idea que nos llegó de fuera y que estamos curioseando a ver qué sale.
Cada equipo nos dio una pequeña guía de qué teníamos que mirar mientras jugábamos, como si fueran profes preparándonos para un examen, pero mucho más divertido.
🎮 Salas, mandos y feedback con chispa
La mañana fue un no parar. Nos dividimos en grupos y fuimos rotando por salas virtuales como si estuviéramos en un parque de atracciones. En cada una, probamos las demos, nos picamos con minijuegos y apuntamos lo que nos molaba (o no) en plan gamificado. ¿Los objetivos? Básicamente estos:
- Darle caña a Bull Hit, grabar cómo molaba y testearlo a fondo.
- Recopilar las sensaciones de la demo 2 y el prototipo.
- Soltar todas las ideas de mejora en un Q&A al final.
Fue un subidón vernos a todos con los mandos, probando, flipando y discutiendo (en el buen sentido) qué podíamos pulir.
📈 Qué nos llevamos (y qué tenemos que ajustar)
La verdad, el Demo Day fue un exitazo. El equipo lo tuvo claro: moló un montón poder ver cómo están los proyectos de verdad, entender qué están haciendo los compañeros y sentir que todos estamos remando en el mismo barco. Hubo frases épicas como “fue motivador”, “me flipó probar algo en lo que no había metido mano” o “esto hace que sienta que soy parte de Odders”. Vamos, que salimos con una sonrisa y un montón de ideas frescas.
Pero no todo fue perfecto, claro. Apuntamos cositas para la próxima:
- Acortarlo a media jornada, que se nos fue un poco de las manos.
- Dejar más claro quién hace qué y cuánto tiempo tiene cada grupo.
- Seguir con la comunicación previa, que funcionó de lujo.
✅ ¿Repetimos? Obvio que sí
Esto no fue solo un día para enseñar juegos, fue como un espejo de cómo somos en Odders: transparentes, currantes y con ganas de pasarlo bien mientras creamos. Sí, organizar algo así es un currazo, pero ver al equipo motivado y con esa sensación de “esto es nuestro” merece la pena con creces.
En Odders vamos a seguir buscando formas de conectar, de compartir el caos creativo y de disfrutar del camino. Porque al final, de eso va esto: de hacer cosas guays juntos.
🚀 ¡Y seguimos!